"Empleado del Mes" - El Pleno Trabajo, Colosenses 3:22-4:1
Notes
Transcript
Introducción:
Introducción:
Aprendiendo a trabajar.
Siempre hay que dar el 100% en el trabajo:
Lunes- 11%
Martes- 24%
Miércoles- 40%
Jueves- 23%
Viernes- 2%
En nuestra travesía por el libro de Colosenses, llegamos a la sección dónde el apóstol Pablo exhorta a los creyentes a vivir de acuerdo a la nueva vida que tienen en Cristo su Salvador.
La nueva vida en Cristo cambia sus relaciones. Pablo menciona como debe cambiar la relación entre esposo y esposa, padres e hijos, y ahora se concentra en la relación entre siervos y amos.
Otro aspecto del cambio de la nueva vida es que afecta como uno trabaja, la relación entre siervo y amo.
En su día, hubiera sido otra relación doméstica, por lo cual se incluye dentro de las otras relaciones domésticas, aunque en nuestro día se relata más a la profesión de uno.
Colosenses 3:22–4:1 (RVR60)
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas. Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos.
Esta sección exhortando a los siervos se extiende más de los otros pasajes, la relación del matrimonio, y la relación de padres a hijos.
Es posible que Pablo dedica más tiempo a esta relación porque la mayor parte de la iglesia podría haber estado compuesta por siervos.
Expertos históricos explican que, en aquel entonces, a través del imperio romano hubieron unos 60 millones de esclavos.
No hubo una diferencia entre la palabra esclavo y siervo como nosotros quizás lo entendemos hoy, pero si hubo diferencia entre tipos de esclavos.
Hubieron esclavos que nacieron en familias esclavas.
Hubieron esclavos quienes se hicieron esclavos temporalmente hasta pagar una deuda.
Hubieron esclavos que por simple necesidad de abrigo y sustento se vendían a sí mismos por el cuidado provisto por el cuidado de su nuevo amo.
Hubieron algunos quienes se hicieron esclavos por el afecto mismo que tuvieron hacia cierto individuo o familia, eran esclavos por amor.
Las condiciones de la esclavitud eran atroces.
Todo esclavo podía comprar su libertad a un precio sumamente alto, pagado con dinero o tiempo de servicio.
Hubo abusos de todo tipo de parte de los amos a sus siervos debido a que se consideraba al siervo como una propiedad para hacer lo que quisiera uno.
El gran filósofo Aristóteles consideraba al esclavo como una herramienta viva.
El amo tuvo todo poder por sobre su esclavo que aún tenía el derecho legal de matarlo si lo disgustaba de alguna forma.
Debido a esto, la gran mayoría del trabajo hecho era hecho por esclavos. Doctores, maestros, tanto el laburo manual como el laburo de supervisor era cumplida por ellos. El hombre libre en la cultura romana poseía esclavos para hacer el trabajo por él. Esencialmente, el esclavo “siervo”, era el obrero común, el laburador.
Pablo no está afirmando ni aprobando la esclavitud de su cultura, Col. 3:11 (también Gál. 3:28). Incluso anima a que procuren su libertad, 1 Cor. 7:21.
donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más.
Sino que él está exhortando a los creyentes quienes se encuentran en la sincera realidad de su cultura pecaminosa. Responde a la pregunta, “¿Cómo debe un obrero cristiano comportarse en una sociedad que se opone a Dios?”
La respuesta nos da una teología de trabajo, cómo glorificar al Señor en el trabajo, a pesar de la sociedad pecaminosa.
Cada creyente puede trabajar para el Señor en un mundo secular al tomar en cuenta sus responsabilidades descritas en el pasaje.
Trabajo de Corazón, vs: 22-25.
Trabajo de Corazón, vs: 22-25.
Colosenses 3:22–25 (RVR60)
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.
El trabajo de corazón definido, vs: 22-23.
Obediencia en todo.
El rango de lo que tenían que obedecer de corazón era desde lo importante, hasta lo insignificante. El siervo tuvo que hacer hasta el trabajo más sucio de la casa.
Otra vez, similar a lo que vimos en las previas semanas, el principio de obedecer a Dios antes que a los hombres también rige aquí, Hch. 5:29. Esta obediencia está sujeta a la frase final temiendo a Dios.
Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
Obediencia a amos terrenales-
la necesidad de especificar amos terrenales implica que hay un Amo celestial,
Esto apunta a la verdad de que el trabajo realmente es para el Señor, tal como especifica en Col. 3:23-24.
Colosenses 3:23–24 (RVR60)
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
Obediencia sincera-
La frase traducida no sirviendo al ojo es literalmente “no ojoservicio”, y apunta al tipo de trabajo duro que se hace cuando el jefe está mirando.
No debían trabajar únicamente cuando el amo les estaba mirando, pues eso es trabajar para agradar a los hombres.
No es un trabajo sincero.
Obediencia en temor a Dios.
En lugar de trabajar para agradar a los hombres, debían trabajar para agradar a Dios.
Eso significa que en lugar del trabajo duro cuando el jefe está mirando, debían trabajar con un corazón sincero ante Dios, sabiendo que Él siempre está observando el comporte.
Lo difícil de obedecer a Dios antes que los hombres en este contexto era que vivían en una cultura dónde podrían literalmente perder su vida si desobedecían a su amo.
Su temor a Dios debía ser firme y confiado en Él. Debía la autoridad final de su vida, en lugar de temer al hombre y sólo haciendo lo que agrade a la vista del hombre.
Tres razones por la que deben trabajar de corazón:
Se trabaja de corazón porque recibirán recompensa, vs: 24a.
Esta recompensa de la herencia era revolucionario, porque los esclavos no recibían herencia, sólo los hijos.
Pero al trabajar para el Señor, se resalta la posición de hijo que el creyente tiene en Cristo, Col. 1:12.
con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
Pablo exhorta a los siervos en Éfeso de esta misma manera, Ef. 6:8.
sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.
Se trabaja de corazón porque es Cristo a quién sirven, vs: 24b.
Su verdadero Amo es Jesucristo.
Su regla entonces rige como trabajan, cuando trabajan, con qué empeño trabajan, por cuáles motivos trabajan, y da un ambiente visible y constante para dar testimonio, Ef. 6:5-7.
Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres,
Se trabaja de corazón porque habrá consecuencias por el mal, vs: 25.
Si el siervo desobedecía a su amo, mientras que no era algo que violaba la ley de Dios, el siervo tendría que rendir cuentas al Señor por su incumplimiento.
Toda tentación a hacer mal en su posición de siervo, como no trabajar cuando debía, hacer un trabajo a medias, robar de su amo, debía pasar por el filtro del temor a Dios.
Ilustración: Trabajo de Corazón.— Ilustración: Trabajo en Kraft Underground-
Hubiera sido fácil sentarse por un largo rato después de algo de trabajo porque el encargado estaba más preocupado con los otros obreros que con el conserje.
La línea blanca marcando el borde de no estaba bien lavada como debía ser en algunos lugares menos visibles.
También en lugares menos visibles detrás de los estantes se veían envolturas de comestibles que habían sido consumidas a escondidas.
John Stroup, al salir de la cárcel habiendo sido convertido en prisión, salió a buscar trabajo. Nadie le quiso dar por sus antecedentes. Tuvo dos fuertes motivaciones por seguir buscando: proveer para su hijo pequeño y servir a su Salvador. Decía en las entrevistas, “Deme un trabajo que nadie quiera hacer, y lo haré mejor de lo que jamás se haya hecho”.
Aplicación: Trabajo de Corazón.
Trabajo de Rectitud, 4:1.
Trabajo de Rectitud, 4:1.
Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos.
Trabajo justo y recto, vs: 1a.
Para el siervo en esta cultura, no se consideraba poder ser justo o injusto, porque no se consideraban como personas, sino propiedad o herramientas. Lo que Pablo exhorta, otra vez vuela en la cara del trato común en la sociedad.
El trato de los amos debía ser justo y recto, es decir, apropiado y adecuado, sin maltrato ni abusos.
El término traducido hacer tiene la idea de compensar (NVI “proporcionar”), y se refiere a la compensación justa para el servicio que proveen.
Este trato justo y recto demanda una perspectiva diferente a la de la sociedad. Debían considerar a sus siervos como seres individuales, a quién se debían tratar justamente.
El pasaje paralelo, presenta una razón más por la que deben tratarlos justamente, y es la misma razón que Pablo da a los siervos por obedecer a sus amos terrenales en todo: Dios no hace acepción de personas, o sea, el recompensa según el trato, Ef. 6:9.
Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.
De hecho, Pablo manda esta carta a los Colosenses por mano de dos hombres, Tíquico y Onésimo, Col. 4:7, 9.
Todo lo que a mí se refiere, os lo hará saber Tíquico, amado hermano y fiel ministro y consiervo en el Señor,
con Onésimo, amado y fiel hermano, que es uno de vosotros. Todo lo que acá pasa, os lo harán saber.
Onésimo, quién se convirtió a Cristo bajo el ministerio de Pablo en prisión, era un esclavo fugitivo de Filemón, un conocido, y hermano en la fe de Pablo.
La epístola de Filemón es la carta de Pablo a Filemón llevado por Onésimo mismo, muy probablemente al mismo tiempo que llevaba la carta a la iglesia de Colosas.
En su carta, Pablo exhorta a Filemón a recibir otra vez a Onésimo, intercediendo por él por cualquier falta que tuvo, Flm. 10-12, 15-18.
Filemón 10–12, 15-18 (RVR60)
te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil,el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo...
Porque quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre; no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor. Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo. Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta.
También tienen un Amo, vs: 1b.
La motivación por la que deben tratan justamente a sus siervos es porque ellos también son siervos, ellos también tienen un Amo en los cielos a quién le rendirán cuentas.
Pablo les recuerda a los amos de Éfeso que el Señor de los siervos es también el Señor de ellos, Ef. 6:9.
Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.
Los amos no deben actuar como si fueran la autoridad máxima de la vida, sino que deben vivir en buena consciencia ante su autoridad máxima, el Señor Dios Todopoderoso.
Esta perspectiva cambia la actitud y la forma del trato a los siervos. Los amos se asegurarán no solo de tratar con consideración a sus siervos, sino que también les darán una compensación justa, se preocuparán por su salud, sus familias, su propia plenitud espiritual en Cristo.
Ilustración: Trabajo de Rectitud.
Aplicación: Trabajo de Rectitud.